domingo, 29 de enero de 2012

Del copago que viene



La viabilidad de nuestro sistema de salud pone en cuestión la gratuidad total del mismo, a pesar de que los de siempre pongan el grito en el cielo cada vez que se insinúa la posibilidad del copago: “ya está los neoliberales tratando de hacer recaer sobre los humildes el precio de la crisis”. Lo de menos es escuchar la verdad, esto es que el copago se ha implantado hace años en países nórdicos que no tienen que recibir ninguna lección de socialdemocracia de los socialistas de estos lares, caracterizados por una gestión de los servicios públicos que los ha puesto al borde del colapso. El copago es moneda común en Suecia o en Noruega, por no hablar de USA, Canadá y de la casi totalidad de países de nuestro entorno.

Pero al margen de las comparativas y estadísticas, que pueden consultarse en cualquier hemeroteca, para enterarse de cómo va el tema lo mejor es preguntar a quienes están en el meollo. Y el otro día un cirujano, ferviente partidario del copago como la mayoría de sus colegas, me comentaba el uso que el españolito medio hace del sistema sanitario debido al gratis total. Así, los casos en que una intervención quirúrgica programada con semanas de antelación es suspendida a instancia del paciente que llama el día antes diciendo que “no puede ir porque viene su familia de Barcelona”. Y como los médicos no quieren convertirse en los malos del sistema, ajustan las intervenciones programadas para “entremeterlo” la semana siguiente.

También ejemplos como el de quien, después de que el centro de salud le recete analgésicos para un dolor de cabeza, considera que el diagnóstico es equivocado y acude a urgencias hospitalarias a pedir un scanner cerebral porque lo suyo tiene que ser un tumor o algo grave. Cuando, tras un examen, el equipo médico de urgencias confirma el diagnóstico inicial, el sujeto no se queda satisfecho y decide acudir a una tercera opinión, ¡¡¡en urgencias hospitalarias de otro centro de la ciudad!!! Y finalmente la cefalea del feliz usuario le cuesta un Congo al sistema de salud, movilizando a tres equipos médicos en perjuicio del normal funcionamiento del mismo. Por no hablar del gasto farmacéutico que crece y crece en el marco de una política que considera que a nuestros mayores se les pueden racionar las pensiones pero no las píldoras.

Es cierto que la asistencia sanitaria es un bien público básico, pero el abastecimiento de agua también y nadie cuestiona que hay que pagar por ella para evitar su despilfarro. Porque la racionalidad en el uso es la clave que impedirá una congestión y deterioro que al final se traducen en servicios de segunda para ciudadanos de segunda, mientras quienes tienen recursos económicos se refugian en las clínicas privadas. Y debe ser timbre de orgullo para nuestro país tener unos servicios públicos de calidad, que sean considerados dignos por todos los ciudadanos al margen de su nivel de renta.

martes, 24 de enero de 2012

Ojo con la botella



Tenía pensado escribir del copago, pero lo dejaremos para otro día y trataremos de levantar los ánimos. Porque entre el Banco de España, el FMI, los tipejos de las agencias de calificación, los políticos de distinto signo y los periodistas se han empeñado en destruir nuestra moral. La prensa repite machaconamente que el PIB descenderá un 1,7% en este año y que es una catástrofe. Cabe objetar que faltan 11 meses y pico para el fin de año, y eso deja un amplio margen para darle la vuelta al marcador. Pero si se cumpliera, aún habríamos conseguido mantener el 98,3% del PIB restante, que es bastante más que la botella medio llena. Tras el crack del 29, en 4 años el PIB se contrajo un 30% y a pesar de todo había gente en los cafés.

La crisis no pasará sola sino que tendremos que hacerla pasar y para ello es preciso poner los medios y la voluntad. No voy a decir que es una oportunidad, porque sus víctimas no tendrán ánimo para oír “boutades”, pero sí que supone un cambio ante el cual la única opción es adaptarse. Y yo todavía no conozco a nadie capaz de adaptarse a un mundo diferente sin poner nada de su parte.

Es verdad que falta un elemento fundamental como la financiación, pero también lo es que miles de empresas se mantienen vivas tras años de sequía financiera y miles más han nacido y crecen en este desierto crediticio. Y, constatado eso, la conclusión es que la culpa de lo que nos pasa no es toda del mundo exterior y que podemos hacer mucho si ponemos toda la carne en el asador. Algunos calificarán los argumentos esgrimidos como una simpleza. Tal vez, pero su lógica matemática es aplastante y no se puede desvirtuar con la única arma del catastrofismo. Sobre todo, a mí me funcionan.

Además esto ya hay que planteárselo deportivamente, como en las camisetas esas en que pone “yo sobreviví a la crisis”. Una vez pasado el ecuador de la travesía no es el momento de dejarse caer. Hay mucho por lo que luchar y muchas cosas por disfrutar, eso sí, quitándonos este velo de pesimismo que no lleva a ninguna parte. Y los que no quieran hacerlo están en su derecho, pero deberían recordar al Capitan Oates, que en la trágica expedición de Scott al Polo Sur, siendo su estado físico un lastre para sus compañeros, abandonó la tienda donde estaban para perecer en la nieve. Pasó a la historia por su gesto y sus últimas palabras: “voy a salir y puede que por algún tiempo”.

Así, quienes no esten dispuestos a tirar del carro, lo mejor que pueden hacer es abandonar el campamento de los que intentan enderezar esto e internarse sólos en la tormenta de hielo y pesimismo. O al menos permanecer callados y dar tabaco, como los mirones en el tute. Porque las quejas nunca solucionaron nada, y una risa vale más que cien lamentos en cualquier mercado.

domingo, 22 de enero de 2012

El efecto llamada



Antes era partidario del sistema autonómico, no por el hecho singular o las nacionalidades históricas, porque no acabo de ver la singularidad de un trozo de terreno separado del de al lado por doscientos metros. Simplemente pensaba que la proximidad del poder al ciudadano podía ser una garantía de conocimiento de los problemas y de acierto en la gestión.

Tras ver los resultados del experimento autonómico, cada vez me gusta menos como caza la perrita. No hace falta ir a Cataluña, donde los mossos d’esquadra protestan hablando en español. Sin ir más lejos, el otro día se reunieron en Madrid los consejeros de educación de las comunidades del PP para coordinar las oposiciones del profesorado a fin de evitar el “efecto llamada”, haciéndolas coincidir e impidiendo que el opositor de la Rioja opte a una plaza en Castilla La Mancha. Brillante idea! Así, la comunidad riojana se asegurará tener profesores de la tierra, aunque sean mediocres, perdiendo la posibilidad de tener un profesorado excelente pero con acento andaluz o catalán, y viceversa.

Hasta hace relativamente poco los españoles, salvo los adinerados, no viajaban por falta de medios de modo que muchos no salían de la tierra que les vio nacer. La “mili” era la única forma en que al españolito se le quitaba el pelo de la dehesa. Por cierto, todos los quintos recordaban después al amigo mallorquín o mañico que habían conocido en el campamento en Cerro Muriano o Canarias y que, haciendo guardias o pelando patatas codo con codo, de modo inconsciente les había revelado que participaban en un proyecto común.

Ahora que cualquiera viaja a Taiwan y que los amigos virtuales son de veintidós países distintos, nuestros políticos se han empeñado en encerrarnos en aldeas. Si te pones malo en Badajoz, lo adecuado es que te cure un medico extremeño, en un hospital construido por una empresa extremeña y con una venda extremeña. Luego se les llena la boca pidiendo que los empresarios se internacionalicen.

No sé si las autonomías dan muchos beneficios a sus ciudadanos, sobre todo por lo que cuestan. Lo único claro es que se los dan a los múltiples presidentillos, consejerillos, parlamentarillos y, en general, politiquillos enchufados a la cosa pública autonómica. Así se empeñan en mantenerlas, agarrándose aunque sea a la singularidad de una butifarra.

Los españoles no están dispuestos a renunciar a lo suyo, los gallegos a la muñeira y el pulpo a feira, y los alicantinos al arroz a banda y las fiestas de moros y cristianos. Pero parecen cada vez más dispuestos a renunciar a sus políticos autonómicos, incluso haciendo el “sacrificio” de cedérselos a sus vecinos. Es inevitable, cuando nos empeñamos en hacernos pequeños los resultados no pueden ser grandes.

jueves, 19 de enero de 2012

La necedad al poder




Tras la estela del Reportero Total, que además de gracia tenía la ventaja de la originalidad, han proliferado en las televisiones del país una serie de reporteros bordes que asaltan a cualquier personaje público con la sana intención de hacerlo quedar como un imbécil.

No hay defensa, cualquiera es abordado por el follonero, la chinita u otro caradura que le preguntará sin previo aviso por el color de los calzoncillos que usa o por su opinión sobre los zapatos del Papa. Y salvo que las musas le iluminen con una frase genial, el interpelado aparecerá como un patoso. La otra opción es hacerle una peineta al impertinente, lo que aprovechará el Wyoming de turno para llamarle fascista o algo parecido. Y así, personajes relevantes de la vida pública huyen despavoridos ante una reporterilla armada de minifalda y mala leche.

En tiempos en que los políticos y los periodistas eran gente seria esto no pasaba, porque se respetaba la posición y el mérito. Si a Don Antonio Maura, que no llevaba escolta, se le hubiera subido a las barbas el meritorio de un periódico en el Café Gijón, es un suponer, lo hubieran fulminado con la mirada todos los contertulios y a renglón seguido un camarero lo habría puesto de patitas en la calle.

Pero ahora la notoriedad va unida a la mediocridad y la madre de la hija de un torero aventaja en popularidad al científico más relevante del país. Antes, para competir en fama con un sabio como D. Santiago Ramón y Cajal al menos había que saber torear, no bastaba con beneficiarse al diestro. Pero hemos bajado tanto el listón que un ni-ni seleccionado para una encerrona en una granja, además de ser conocido por media España, se levanta en un par de meses lo que tarda dos años en ganar un estudiante brillante con una carrera y el postgrado. Luego no es de extrañar que se crezcan.

De todas formas consuela pensar que el fenómeno no es totalmente nuevo, porque del S.XVII es el dicho “Un necio siempre encuentra un necio mayor que le admira”.

martes, 17 de enero de 2012

El Titanic “frutti di mare”.



Reconozco que el hundimiento del Costa Concordia frente a la isla Giglio me ha impresionado. No tanto por las imágenes del gigante panza arriba, como por las causas y la forma en que se ha producido el naufragio. Los medios de comunicación y muchos de los pasajeros rescatados han comparado el suceso con el hundimiento del Titanic, y eso invita a volver la vista al drama acaecido justo 100 años antes.

Hombre, dejando al margen la desgracia por la pérdida de vidas humanas, cualquier comparación entre uno y otro es mera coincidencia. La tragedia del orgullo de la White Star Line, navegando a toda velocidad contra un iceberg que le acecha en la oscuridad, mientras un serviola otea el horizonte con su vista como única defensa frente al coloso de hielo, ciertamente aventaja en épica a la de un supercrucero mediterráneo, equipado de radares, sonares y toda la parafernalia electrónica, que se estampa contra unas rocas a cien metros de la costa porque el capitán ha decidido pasar cerca del pueblo del maître de a bordo para que los isleños tomen fotos del barco.

Cómo cambian los tiempos, antes a los buques los hundían los elementos y ahora los hunde la frivolidad. Así no hay forma de hacer una película del suceso. Si pretendiéramos rodarla, en lugar de llamar a Di Caprio habría que echar mano de Mr. Bean.

Eso sí, el capitán ha sido fiel a la tradición italiana de salir por pies cuando pintan bastos. No puedo evitar que me venga a la cabeza la frase de un británico en la campaña de África durante la II Guerra Mundial. El militar, parafraseando el dicho “un inglés es un imbécil, dos son club y tres un imperio”, añadía “un italiano es un tenor de ópera, dos son una retirada en desorden y tres una rendición incondicional”. Esta vez el italiano no ha necesitado compañía y, en lugar de cantar la Traviata, ha cantado la gallina mientras se daba a la fuga en un bote salvavidas dejando abandonados a su suerte a los pasajeros que quedaban a bordo.

Al menos lo perdido en épica lo ganamos en igualdad, porque en este naufragio había botes para los pasajeros de todas las clases sociales. Por suerte, salvar la vida en estos tiempos no depende tanto del precio del pasaje como de lo listo que esté uno cuando saltan las alarmas.

Decía Einstein que “hay dos cosas infinitas, el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”. La enseñanza que podemos extraer del suceso es la importancia de la humildad, porque se ha demostrado claramente que los ingenieros todavía no ha conseguido construir máquinas a prueba de la estupidez humana.

domingo, 15 de enero de 2012

Tax Freedom Day



La última subida de impuestos ha levantado ampollas. No debe extrañarnos porque si el día sin impuestos, esto es, cuando dejamos de trabajar para Hacienda y empezamos a trabajar para nosotros, se celebraba en España el 29 de abril, para muchas familias este año se retrasará bastante. Algunos de los que, sin ser ricos, han conseguido a base de esfuerzo una renta superior a la media celebrarán el Tax Freedom Day coincidiendo con el comienzo de las vacaciones de verano. Y eso es demasiado por mucho espíritu de solidaridad que uno tenga, sobre todo teniendo en cuenta los servicios recibidos a cambio.

Esta semana un buen amigo que hacía el cálculo de lo que pagaba, mientras le salían sarpullidos, se quejaba con razón de que, debido al nivel de renta, le habían excluído de la Escuela Oficial de Idiomas. Y digo yo, qué tiene que ver la renta con la admisión en los centros de enseñanza. Porque si difícil es de explicar que quien hace un mayor esfuerzo fiscal para financiar un servicio público quede excluído de él, mucho más lo es cuando esta discriminación recae en sus hijos. Y así es, al menos en Extremadura, donde la fatídica casilla del nivel de renta vuelve a aparecer como criterio para la elección de colegio.

Si consideramos servicios públicos esenciales para TODOS la enseñanza y la sanidad, por qué discriminar a unos niños a favor de otros con base en el nivel de renta de sus padres. Lo siguiente es poner la casilla en los formularios de admisión a los servicios de salud, de modo que un aumento de sueldo te ponga a la cola en un trasplante de riñón o una operación de cataratas.

Nadie discute que determinadas prestaciones sociales como becas, o beneficios como el de justicia gratuita, estén condicionados al nivel de renta. Pero cuando bajo el amparo de la palabra solidaridad se empieza a hacer demagogia y se penaliza cualquier aumento del esfuerzo personal y de la aportación a la riqueza colectiva, no podemos extrañarnos de que aumente la economía sumergida.

Quizá la mejor manera de que aflore el dinero oculto no es tanto criminalizar a los evasores y restringir los pagos en metálico, medida que no va a servir para nada, como dar ejemplo de seriedad en el gasto y de justicia en la redistribución de beneficios y cargas sociales.

jueves, 12 de enero de 2012

Se acaba Matrix!



El desglose de las partidas del tijeretazo al Estado del Bienestar empieza a parecer la apertura de la caja de Pandora, aquella en la que estaban metidos todos los males de la Humanidad. Bueno, a lo mejor no tanto, pero sí ha dejado claro que debemos hasta las pestañas no por pura casualidad. Por ejemplo, entre las partidas recortadas en el último presupuesto de Extremadura está la “renta de emancipación”, que supuestamente servía para que los que estuvieran hasta el gorro de vivir bajo el techo paterno buscaran cobijo bajo un techo de alquiler, eso sí subsidiado.

Recuerdo el Madrid de mi época de estudiante lleno de pisos compartidos de todas clases: pisos de profesionales solteros, de estudiantes, de vividores, picaderos, pisos de lujo, antros que se asemejaban a campos de refugiados, en fin de todo un poco. La financiación era igualmente variopinta: unos eran pagados por los padres, otros por los inquilinos, algunos no se sabía por quién ni cómo se pagaban. Pero todos lo teníamos claro, el que se emancipaba lo hacía de verdad, académicamente. Y la Real Academia dice que emanciparse es “libertar de la patria potestad, de la tutela o de la servidumbre”. También “liberarse de cualquier clase de subordinación o dependencia.”

Pues por muchas vueltas que le doy no acabo de ver la emancipación de quienes dejan de sablear a sus padres para sablear a los de los demás. Menuda independencia abandonar la teta paterna para enchufarse a la teta estatal. Así nos ha ido! Qué joven va a emprender nada por su cuenta si ello supone desengancharse de Matrix para trabajar de sol a sol asumiendo riesgos. Léase por Matrix la suma de becas por estar matriculado en algún curso (no por estudiar, ojo, que esas son distintas), rentas de emancipación, becas a la creación joven y todas las modalidades imaginables de ayudas y subvenciones. Es milagroso que alguien acepte un trabajo por cuenta ajena si, por una remuneración similar, puede estar en casa viendo “Sálvame”.

Que hasta hace dos días se hayan pagado estas bicocas solo lo puede explicar la impudicia de unos gobernantes a los que no les interesaba lo más mínimo fomentar la libertad individual porque las persona libres tienen criterio propio. Y cuando no hay ataduras económicas pueden decidir que lo mejor es desconectar de Matrix a cuanta más gente mejor, empezando por políticos privilegiados y siguiendo por las diversas especies de enchufados, yernos, chóferes y toda la caterva de aprovechados que han conseguido vivir del erario como marajás, repartiendo las migajas a quienes debían de consentir un “status quo” tan inmoral como insostenible.

Si al final va a resultar que la culpa de todo no la tenía Lehman Brothers.

martes, 10 de enero de 2012

De jaulas de grillos



El lío en el PSOE es morrocotudo, siendo su renovación la clave para que vuelva a ser la referencia de la izquierda o pase a la irrelevancia en los próximos 15 años. Y la verdad no creo que eso sea tan importante, a pesar del empeño de muchos plumíferos en hacerse cruces sobre la necesidad de ese partido para el panorama político patrio. Estamos en tiempos de cambios radicales y no entiendo porqué unas siglas, estas u otras, deben ser un referente inmutable. La regeneración del partido socialista o su sustitución por otro no es motivo para hacernos temer un armaggedon. Más aun cuando los últimos gobiernos que ha dado a España han acabado consumidos por la mala gestión y el desastre económico. Pero sorprende el empeño de sus dirigentes en anteponer las ambiciones personales a todo lo demás, partido, militantes, ideas…

Que Rubalcaba, tras apartar a todos su rivales de la carrera electoral por el democrático procedimiento del dedazo y pegarse un batacazo histórico, no haga mutis por el foro y se vaya a su casa es buena prueba de la que nos hemos librado al no votar a un sujeto tan ambicioso como falto de principios. Carme Chacón tiene a su favor que no la dejaran postularse, de modo que no la hemos visto torear con picadores. Cuestión aparte es presentarse como renovación una de las niñas bonitas de ZP, por otro lado tan insustancial como él. Vistos el uno y la otra, si sale un tapado seguramente se llevará el gato al agua.

Yo no sé si el problema del PSOE es de ideas o de personas. En cuanto a las personas, se han tomado muchas molestias para ir apartando de su dirección a cuantas tenían bagaje personal y profesional y honradez (los Pablo Castellano, Nicolás Redondo Terreros y otros). Quedan algunos, pero nadie les da cancha. Respecto al discurso, en estos tiempos ya no hay obreros, y los que hay son sudamericanos. Así, se han quedado en el aborto libre y la fobia a Benedicto, lo cual no da para un proyecto mucho más serio que la gestión de una casa de okupas. Podrían aprender de los británicos o de los países nórdicos en lugar de abrazarse a discursos viejos y radicales, pero ellos sabrán.

En fin, salga el sol por Antequera y a ver si quien gane colabora en la reconstrucción del desastre dejado por sus antecesores. O por ellos mismos pues, si Rubalcaba ya estaba, Carme también. Aunque mucho me temo que, con estos mimbres, se olvidarán de las apelaciones a la responsabilidad y el patriotismo de cuando estaban a los mandos para dedicarse a la oposición barriobajera como en tiempos pasados.

sábado, 7 de enero de 2012

Derecha sin lado derecho?



Hace nada comentaba la tranquilidad que daba ver en el castillo de popa a una tripulación competente y profesional. Ahora me pregunto si no será demasiado profesional. He oído hablar de liderazgo y management a los mejores de este país y todos sin excepción pregonaban la importancia del lado derecho de nuestro cerebro, lo que antes llamábamos corazón. Es la parte relacionada con los colores, las sensaciones y la emoción, que tanto necesitamos en estos tiempos grises y fríos.

El día de Reyes estuve viendo con mis hijos pequeños la película “Chitty Chitty Bang Bang”. En ella el protagonista decía a unos niños que no hay que perder nunca la esperanza. “Menuda perogrullada”, dirán algunos. Y es cierto pero, aunque para darme ánimos me basto solo, siempre se agradece oír palabras de aliento de aquellos que se supone tienen más conocimientos y responsabilidad. Y es tremendo que, en estos momentos de incertidumbre, un musical para niños me motive más que el gobierno en el que los españoles hemos puesto el voto y la confianza.

Puede ser un problema de comunicación o de asesoramiento. No lo sé, pero en todos los equipos que he dirigido siempre he estado en contacto con mi gente, fueran las cosas mejor o peor. La comunicación ayuda a los que están fuera del puente de mando y, quizá mucho más, a los que están dentro. Ahora nos dicen que Rajoy estará un mes sin dirigirse a los españoles en tanto prepara la próxima cumbre europea. ¿Falta de valor para explicar el “impuestazo”? ¿Exceso de prudencia? ¿Falta de confianza en la capacidad de los españoles para encajar malas noticias? ¿O que es simplemente no sabe que hay un estado de desánimo que hace imprescindible mandar mensajes a los hemisferios derechos?

Hay tiempos en que el rumbo está marcado y sobran los discursos. Pero en las grandes crisis los líderes que han merecido tal nombre se han puesto al frente de forma visible, hablando a los pueblos que tenían la responsabilidad de dirigir. César junto al Rubicón; Napoleón en las Pirámides con su ejército sitiado en Egipto; Churchill con los alemanes al otro lado del Canal de la Mancha; o Roosevelt después de Pearl Harbour, son recordados por las palabras que pronunciaron, no por las horas que estuvieron trabajando en sus tiendas de campaña o sus despachos.

No es preciso que nos hablen de la tierra y el viento, ni un discurso que entre en la Historia con letras de oro. Pero en una crisis como la actual tampoco es de recibo un mutismo que puede confundirse con la indiferencia y no con la prudencia. Son necesarias palabras que sirvan para poner freno a los derrotistas. Porque además cuando entre todos salgamos de ésta, que será mucho más pronto que tarde, nuestro lado derecho del cerebro no recordará que se cuadró el presupuesto o que bajó la prima de riesgo sino que, cuando las olas barrían la cubierta y miramos al puente, no vimos a nadie que reconfortara nuestro ánimo.

miércoles, 4 de enero de 2012

La escalada



La verdad es que el año empieza como la subida al Tourmalet… de impuestos. Me ha venido a la memoria, qué mayor voy siendo, la frase de George Bush padre en su discurso de precampaña electoral: “read my lips: no new taxes”, promesa que incumplió dos años después. En España hemos acortado los plazos.

Y aquí hay dos opciones: pedir que nos devuelvan el dinero de la entrada, o cerrar los ojos y tirar para adelante. Como para salirse del espectáculo hay emigrar, y tampoco andan por ahí fuera atando los perros con longanizas, tendremos que apretar los dientes y dar un nuevo golpe de riñones. Ahora, cómo debe estar el patio para que antes de las elecciones andaluzas nos empiecen golpeando por donde más duele.

A mí me contaron que se trataba de acabar con la cultura de la subvención y no de subir los impuestos. Los que iban a subirlos eran los otros, que curiosamente ahora gritan contra la medida como si les hubieran pisado el pie (“cosas veremos, amigo Sancho”) Pero ya que esto no ha hecho más que comenzar daremos un voto de confianza a los nuevos y pensaremos en la solidaridad y todo eso. Eso sí, estamos esperando ver a cómo se arreglan algunos asuntos pendientes como el tema de la banca. Hay cosas que no ayudan, por ejemplo la publicación de los sueldos de los responsables de las cajas. Puedo entender que el riesgo de deslocalización de capitales impida gravar más de la cuenta a los que generan riqueza, pero me cuesta mucho admitir que en cajas de ahorro intervenidas con dinero público, los directivos cobren salarios de 7 cifras.

Lo dicho, esto acaba de empezar y es justo y necesario esperar acontecimientos antes de criticar y poner palos en la rueda. Pero si andamos todos subiendo pendientes del 10%, con ventisca y aguantando los calambres y el dolor en las piernas, lo que no sería admisible es ver cómo algunos suben a la cima en un helicóptero pagado por todos.

lunes, 2 de enero de 2012

Al ataque…!


El primer post del 2012 tenía que empezar con esta imagen, que representa la que creo que es la única forma de abordar el año que se nos viene encima. Efectivamente los presagios invitan a quitarse rápidamente el traje de la fiesta de Nochevieja y cambiarlo por el uniforme de campaña. Va a ser un año en el que se darán todos los ingredientes que se ven en ella: peligro, determinación, coraje, esfuerzo y, también, bajas en combate. Pero todo vale si se consigue acabar con el enemigo de la crisis, el paro y el derrotismo.

Y si bien el nuevo gobierno da tranquilidad, en cuanto parece reunir las condiciones para diseñar una estrategia seria de recuperación y llevarla a la práctica, echo en falta la capacidad de levantar los ánimos de la tropa, que no están precisamente por las nubes. El pensamiento positivo funciona, lo juro, y así quien busca éxito lo encuentra, y quien se empeña en buscar penas también las encuentra. Lo que suceda este año dependerá de los que hagamos todos los españoles y eso, a su vez, está muy relacionado con la moral con que lo afrontemos.

Pues aunque muchos tenemos más moral que el Alcoyano, estaría bien que los encargados de dirigir el cotarro recordaran que no sólo de planes o cifras vive el hombre. No se trata de mentirnos, ni de caer en el optimismo infundado e inconsciente (de eso ya hemos tenido bastante) pero de los jefes no sólo se espera que marquen el camino, sino que también infundan los ánimos para alcanzar la meta. Sería bueno, cuando hay razones para pensar que puede ser así, que nuestros líderes políticos incidan en la posibilidad real de que este sea el año del comienzo de la recuperación, el punto de inflexión a partir del cual podremos mirar el futuro próximo con esperanza. Eso puede ser un acicate para la inversión, el emprendimiento y, con ello, la actividad económica.

En cualquier caso, lo mejor que puede hacer cada uno es armarse de todos los recursos disponibles y tirar para adelante, sin esperar a que los medrosos hagan acopio de valor y decidan ponerse en marcha. Porque hay una cosa cierta, los primeros que salgan y los que más rápido avancen serán los primeros en abandonar esta zona de nadie donde no hay gloria, ni recompensa que merezca la pena.

"El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él"